Nuestra historia
La marca “El Clavel” fue fundada en 1.896 en Cazalla de la Sierra, una blanca población situada entre encinas y alcornoques en el centro de la Sierra Norte Sevillana. Han inmortalizado su nombre, entre otras cosas, la fama universal de sus destilados de aguardientes a la cual contribuye desde 1896 nuestro célebre Anís del Clavel.
La tradición de los destilados de Cazalla se remonta al siglo XIII , siendo los monjes Cartujos, establecidos en el siglo XV quienes aportaron mejoras a los alambiques y alquitaras árabes, convirtiendo a esta población Sevillana en un centro de referencia para los destiladores de todo el mundo. Además de su tradición artesana, "El Clavel" ha heredado su fórmula magistral conocida desde siempre como la “Esencia de Ángel”. Trasmitido de generación en generación, ese bouquet, mezclado en sus destilados, es el alma de nuestros productos y aporta a los paladares más exigentes las cualidades de unos licores de alta calidad
De las 30 destilerías que había en Cazalla de la Sierra en sus momentos de esplendor, sólo quedan dos y de ellas, El Clavel es la ÚNICA que mantiene los métodos artesanales de sus fundadores, reconocidos por toda España y en numerosos países. Todo nuestro esfuerzo y empeño recae en recuperar y mantener toda la tradición y métodos artesanales que hicieron que estos productos sean más que un mito.
Actualmente, todos los productos son elaborados en nuestros alambiques de cobre originales, bajo la exclusiva supervisión y ejecución del encargado: José Rogelio Navarro, heredero del conocimiento y la tradición familiar ya que su abuelo también fue trabajador de la fábrica. Es una elaboración lenta, que permite mantener la esencia de cada producto, sin recurrir a ningún tipo de químico, huyendo así de la producción de “volumen” y centrándonos en la calidad.